29 de agosto de 2012

"Un hombre es la imagen de una ciudad y una ciudad las vísceras puestas al revés de un hombre. Un hombre encuentra en su ciudad no solo su determinación como persona y su razón de ser, sino también los impedimentos múltiples y los obstáculos invencibles que le impiden llegar a ser."


Su locura no es de esas que daña, su locura es de esas que te hace feliz. 


25 de agosto de 2012

Corazones.

"-Entonces, ¿para qué debo escuchar mi corazón?
-Porque no conseguirás jamás mantenerlo callado. Y aunque finjas no escuchar lo que te dice, estará dentro de tu pecho repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.
-¿Aunque sea traicionero mi corazón?
-La traición es el golpe que no esperas. Si conoces bien a tu corazón, el jamás lo conseguirá. Porque tú conoces sus sueños y sus deseos, y sabrás tratar con ellos. Nadie consigue escapar de su corazón. Por eso es mejor escuchar lo que te dice. Para que jamás venga un golpe que no esperabas."
“Aunque proteste un poco –decía su Corazón- es porque soy un corazón de hombre, y los corazones de hombre son así. Tienen miedo de realizar sus mayores sueños porque consideran que no los merecen o no van a conseguirlos. Nosotros, los Corazones nos morimos de miedo solo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podrían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena. Porque cuando esto sucede, terminamos sufriendo mucho”
"- Mi corazón tiene miedo de sufrir – dijo el muchacho al Alquimista, una noche en que miraban al cielo sin luna.
- Explícale que el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento. Y que ningún corazón jamás sufrió cuando fue en busca de sus sueños, porque cada momento de búsqueda es un momento de encuentro con Dios y con la Eternidad."
“Cada hombre sobre la faz de la tierra tiene un tesoro que lo está esperando – le explicó-. Nosotros, los Corazones, acostumbramos a hablar poco de esos tesoros, porque lo hombres ya no tienen interés en encontrarlos. Sólo hablamos de ellos a los niños.. Después dejamos que la Vida encamine a cada uno hacia su Destino. Pero desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado, y que es el Camino de la Leyenda Personal, y de la felicidad. Consideran el Mundo como algo amenazante y justamente por eso el Mundo se convierte en algo amenazador. Entonces, nosotros los Corazones vamos hablando cada vez más bajo, pero no nos callamos nunca. Y deseamos que nuestras palabras no sean oídas, pues no queremos que los hombres sufran porque no siguieron a sus corazones."
(Paulo Coelho - El Alquimista)

20 de agosto de 2012

Razón y emoción. Un equipo.

Vivimos inmersos en una enraizada creencia que hace de nosotros verdaderos campos de batalla, escenarios individuales de una sorda guerra civil. Esa creencia enfrenta al pensamiento con la emoción como si fueran no sólo opuestos sino, además, excluyentes. Hay personas que se definen a sí mismas como “racionales” y otras que se proclaman “emocionales”. Se supone que las primeras son frías y que las guía un meditado cálculo de posibilidades, mientras que las segundas se mueven sobre la base de impulsos e intuiciones. Para llegar a esas categorías los “racionales" suponen haber enjaulado, o directamente eliminado, las imprevisibles y caóticas emociones, en tanto que los “emocionales” creen haberse liberado de los rígidos ordenamientos de la razón. Uno no “se deja llevar”. Los otros se “entregan”. Los unos sospechan de los otros, y viceversa. A la corta o a la larga, ambos transitan la vida con limitaciones.
¿Los diestros logran vencer a su mano izquierda? ¿Los zurdos se imponen sobre su mano derecha? Absurdas preguntas, sin duda, puesto que venimos al mundo dotados de ambas manos, que no son opuestas, sino complementarias, como se advierte a la hora de aplaudir, de enhebrar una aguja, de coser un botón, de abrir un frasco, de atarse los zapatos o de tomar entre ambas el rostro de un ser querido. De la misma manera, se nos ha concedido la emoción y la razón, el sentimiento y el pensamiento, como componentes indisolubles de nuestro aparato psicoafectivo. Esto no se elige. La razón y la emoción son complementarias. Pretender disociarlas es una ilusión que nos confunde y empobrece.
En una sociedad que procura vivir en la certidumbre, no correr riesgos, tener respuesta para todo, eliminar los misterios, dominar la naturaleza, controlar el azar y desterrar el imponderable, es lógico que se intente domar las emociones. Desde el racionalismo, nacido en el siglo diecisiete (con René Descartes), al que se sumó en el diecinueve el positivismo (con John Stuart Mill y Augusto Comte a la cabeza), este sistema de creencias se fortaleció y, con él, la aspiración de los humanos a ser demiurgos, pequeños dioses autosuficientes.
En ese contexto, la emoción, el sentimiento, las sensaciones, perturban, molestan, inquietan, recuerdan que hay algo incontrolable. Tienen que ser devaluadas, dominadas, sometidas al imperio de la razón. Pero no elegimos nuestras emociones. Las sentimos. Son reacciones naturales ante situaciones de la vida. “Vivir encierra, por definición, el riesgo de sufrir, pero también la posibilidad de explorar, experimentar, aprender a constituirse y ser”, advierten Jaime Soler y Mercé Conangla en La ecología emocional, obra que sienta las bases de su propuesta de autoconocimiento. “Somos sistemas abiertos de energía, seres espirituales que necesitamos intercambiar no sólo ideas y conceptos, sino también sentimientos y emociones”. No elegimos nuestras emociones. Pero podemos elegir cómo vivirlas. El médico y psicoterapeuta Norberto Levy, sabio explorador del mundo emocional, escribe en Aprendices del amor. “La función de la mente es coordinar y posibilitar las emociones. La mente inmadura no sabe cómo interactuar con las emociones y, desde su ignorancia, intenta resolver el problema de las emociones dominándolas o suprimiéndolas”. La mente madura, en cambio, reconoce la emoción y le propone un curso, una acción. Como la mente no está condenada a su inmadurez, antes que enfrentarla con el mundo emocional se trata de ayudarla a madurar. La falsa dicotomía pensamiento-sentimiento (que reduce y empobrece nuestras herramientas existenciales) no es, así, un problema de las emociones, a menudo blanco de la represión racionalista, sino de la mente, que ha quedado desconectada de un valioso yacimiento de información acerca de nuestro ser, pues cada emoción encierra un mensaje. Cuando la mente madura, la emoción aflora en toda su riqueza y, juntas, profundizan nuestro estar en el mundo.
Me inventé un futuro sin vos... y encontré un vacío.

16 de agosto de 2012


Espero que el amor de mi vida venga con instrucciones. Aunque sería poco divertido conocerlo, enamorarlo, adivinarlo. Lo único que nos puede servir, es la parte en la que comenta los errores que suele tener nuestro chico. Porque si leés que es un ladrón de corazones, tal vez no te arriesgarías a dejar las instrucciones.



"- Los hombres de tu tierra – dijo el principito -, cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín... y no encuentran lo que buscan.
- No lo encuentran – respondí.
- Y sin embargo, lo que buscan podría encontrarse en una sola rosa o en un poco de agua...
- Desde luego – respondí.
Y el principito agregó:
- Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón."

11 de agosto de 2012

No eras nadie. Pero fuiste mi todo. Y ahora yo no soy nadie..
...nadie que merezca tu traición.
...nadie que necesite tu arrogancia.
...nadie que crea tus excusas.

9 de agosto de 2012

8 de agosto de 2012

Todo cuesta.

Cuesta tanto cambiar de camino que duele. Como si nos aprisionaran el corazón, como si ese cambio fuera sólo para mal y que podemos arrepentirnos fácilmente. Pero es lo único que nos queda. Y más cuando sabemos que el camino en el que estamos se está mojando, y cuesta dar cada paso porque nuestros pies se hunden en el barro. Porque sabemos que ese camino no nos lleva a ningún destino, o más bien nos lleva a un destino no deseado.
Esta vez no es sólo la mente la que quiere cambiar, sino también el corazón. Y cuando éste decide cambiar de camino, no se debe esperar.

6 de agosto de 2012

Recordar siempre.

"Confía en tu corazón si los mares se incendian, y vive con amor aunque las estrellas retrocedan."