26 de agosto de 2015


Hoy recordé tu sonrisa en mis ojos.
Te encontré en mis palabras, subrayado con nostalgia y desazón.
Entendí por fin, o reafirmé, que ya no existe ninguna circunstancia que nos enlace nuevamente. Que mientras más quiero anhelarte, menos te conozco. Y mientras mi vida se mezcla en otras historias, éstas no me acercan al amor que conocí con vos. Al menos, por ahora. Pero te recuerdo, si, como el amor de mi vida, o más bien, como mi gran amor. Y así quedará, hasta que una nube de esperanza llueva sobre mi, para lograr el "buen día, amor" que tanto necesito.