14 de mayo de 2019

Refugio mis ansias en ese pedacito de cielo que encontré en tus ojos. Cielo tan claro, tan claro, que no me deja ver más allá de tu piel, pero que me basta para volver a sentir que los besos,
tus besos,
siempre valen la pena.
Que la vida sin risas, es una eterna tormenta, siempre me digo. Y mientras más tormenta, menos cielo azul,
tu cielo azul tan marrón que me conquista.
Refugio mis miedos en los silencios que no suceden, para hablar hasta cuando no tengo palabras y sentirme libre en tu cuerpo,
en tu mirada, en un encuentro. Pero me escondo, siempre me escondo.
Me refugio en ese pedacito de cielo que no me pertenece, para sentirme mía, para darme más amor del que podría darte,
porque nadie lo recibe si antes no me lo doy yo.


                                                                                                    F.