2 de septiembre de 2012

Intento escapar de lo que me hace mal.
Si, ya lo se. No es la mejor opción, pero es lo único que me vuelve a la realidad. Si no intentara escapar del dolor, no me sentiría viva. Si no escapara de vos, me encontraría... No quiero encontrarme, no quiero ver en el reflejo de tus ojos otra vez a esa pobre chica que se ilusionó una vez más, creyéndose enamorada. Ella fue muy ingenua, se dejó atrapar por tu hablar, se dejó acariciar por tus miradas. Pero no escuchó con atención tus palabras... con ellas le decías todo, prácticamente le relatabas el final.
Por eso huyo, huyo de mi misma, aunque te busque en cada rincón de mi vida. Huyo hasta que sólo seas polvo en mis sueños y no mi príncipe inalcanzable. No quiero compartir el cariño que te tengo, con el dolor. No parecen compatibles, pero así mismo van de la mano. El cariño lo di yo, el dolor vos.
Sólo pienso que aceptaría vivir con aquel dolor, mientras vos estés presente. Yo te daría mi cariño incondicional, como siempre lo fue... desde que soñé con que algún día existieras de verdad.