4 de julio de 2012

¿Qué nos pasó?

Lo escribí hace un par de años, cuando reflexionaba mucho sobre las cosas que pasaban en el colegio.

Siempre uno está a la expectativa de que un nuevo año es un cambio, a veces para bien y a veces para mal, depende de la mirada de cada uno. Para muchos pudo haber sido el mejor año, para otros uno normal, uno sin cambios, pero no los altera ni los emociona, para otros tal vez.. no lo fue. No siempre se puede esperar de la vida que todo se sirva en bandeja, ni el amor se sirven en bandeja, ni el esfuerzo, ni el saber, ni la amistad. Todo hay que conseguirlo, cada persona utilizando sus métodos para hacerlo, sea cual fuere, nada se sirve en bandeja. Algunos dejan pasar esos momentos en los que con un pequeño impulso de interés, de querer, de tener, pueden conseguir miles de cosas, más de las que se imaginan... pero los dejan pasar, porque total, se sienten satisfechos con lo que tienen, se sienten completos.. tal vez lo están, o no y lo disimulan muy bien. Puede ser que no vean esos momentos, porque están cegados o simplemente por tanta inocencia o desinterés en conseguirlos por no saber lo que pueden llegar a representar en sus vidas. Algunos quienes tienen cosas que consiguieron anteriormente, las pierden y las olvidan. No importa si se pierden objetos materiales -eso es lo de menos, y creo que varios deberían coincidir conmigo- sino que pierden sentimientos, pierden la esperanza, el pudor, la solidaridad, la empatía. ¿Dónde quedó el ponerse en el lugar del otro, sentir lo que el otro siente, y decir las cosas de manera que el otro no se sienta menos, no se sienta un "nadie" o no se sienta excluído? Decimos las cosas sin pensar en cómo puede afectarle a la otra persona, pensamos que lo va a tomar bien, no lo va a escuchar, o no le va a afectar o interesar... Pero ¿si a esa persona le interesa lo que decimos, si le duele lo que decimos, si lo toma literalmente? Está en todo su derecho, si total, somos nosotros los que perdimos esa empatía, no ellos, ellos en todo caso sienten nuestro egocentrismo, se sienten excluídos de nuestro mundo, que muchas veces tiene el nombre de: "¿Qué me importa lo que piensen y sientan los demás? Hago lo que quiero". Está bien, somos humanos, cada uno piensa lo que quiere pensar y dice lo que quiere decir. Pero los humanos adquieren valores que van más allá de todo lo que decimos y hacemos, de todo lo que nos rodea. ¿Y qué nos rodea? Humanos con otros valores, con otros sentimientos, que cometen los mismos errores que nosotros. Se equivocan, se caen, pero vuelven a levantarse porque creen que vale la pena hacerlo, otros que se dejan estar, porque el valor para enfrentarlos no es suficiente. Los que creen, saben seguir adelante porque valoran las acciones de los otros, pero ¿qué pueden esperar de nosotros si nuestras acciones no tienen nada que ver con la esperanza de levantarnos de nuestros errores -que cometemos una y otra y otra vez-? Los humanos no sabemos vivir sin valorar.

A muchos seguramente les costó muchos tiempo conseguir una amistad, que todavía hoy cuidan y alimentan, porque saben que de ella depende una parte de sus vida, la parte de sentirse acompañado, un conocimiento más, que de esas personas dependen algunas de sus decisiones o todas, sus alegrías, o simplemente todo. Ponen por sobre todas las cosas la amistad, porque sitieron que con ella eran valorados, eran alguien, aseguraban que vivían, porque tenían en cuenta algo que no era su propia vida solamente. A veces hasta la arriesgan, la pierden, porque sienten que la de la otra persona vale más que la propia, no está mal, mientras no se sientan un "nada".

Hoy se llama amistad a la persona que conocemos un día y al día siguiente la tenemos agregada al MSN, al Facebook, tenemos su número de celular, su dirección, todo. Y le compartimos todo lo que sabemos y sentimos, a veces sin saber cómo es. Hoy se llama amistad a la persona que conocemos un día, la odiamos y al día siguiente la queremos, la amamos. Se llama amistad a la persona que a sus espaldas denigramos, pero sin embargo, le hablamos como si no ocultáramos nada. Y después nos quejamos porque esas personas nos lastimaron, nos decepcionaron, nos denigraron, nos hicieron mucho daño, pero no podemos hacer nada... después de todo, nosotros definimos a esa persona como "nuestro amigo".

¿Cómo se deformó el sentido de la palabra Amistad, no?

Hasta las mismas personas que saben el verdadero valor de la Amistad, pierden amigos, los olvidan. Y piensan que no son ellos los que cometieron el error, o no lo aceptan y dicen que el error es nuestro. Uno a veces trata de entenderlos, tienen muchas cosas en mente, pero no perdonamos cuando lo que tienen en mente es: nada; por lo menos yo no. Eso significa que de alguna manera nos dejaron de alimentar, de cuidar. Por eso olvidaron el significado de la Amistad misma... y creen saberlo todo tal vez. No me voy a excluír tampoco de esas personas, no soy perfecta, nadie lo es, pero sé lo que duele que dejen de cuidarme como amiga, cuando yo siento que hago lo posible para brindar todo de mí, sin esperar nada a cambio. Tal vez no estoy dando todo pero no me doy cuenta, porque no tengo esas amistades que me dicen que no lo estoy dando o simplemente porque lo que doy, no es lo que esperan recibir de mí o no les alcanza. Esto me hace pensar que lo que yo siento tiene sentido. Muchas veces me canso de no esperar nada a cambio. Por lo menos, lo único que quiero, es un saludo, un ¿cómo estás?, sentir que se interesan por mí, porque les importa mi amistad.

También estuve del otro lado, del lado de la ignorancia, pero siempre tuve en cuenta el significado de la Amistad, y me culpé de todas las veces que no cuidé una Amistad realmente valiosa o no la cuidé lo suficiente, y ahora tengo miedo de perderlas todas, porque me siento así, perdida, olvidada. No del todo, pero cada día creo más en en que sí, en que yo tengo razón. Me cansé de siempre buscar yo a todos, cuando se trata de buscarnos entre todos, me cansé de mentirme que no me buscaban porque estaban preocupados por otras cosas y entenderlos, cuando en realidad en sus mentes no tenían nada. Me cansé de dar y no recibir nada, o por lo menos de no recibir mucho o de no recibir lo que yo siento que es la Amistad.

Y mi pregunta es ¿esto de sentirse así puede cambiar? ¿esto depende de mí solamente? ¿o depende de todos los que serían mis amigos?

Creía que a pesar de las circunstancias que nos dió la vida, no iba a cambiar nunca nuestra relación, nuestra amistad, nuestro cariño, pero yo siento que cada día nuestras miradas sinceras se encuentran menos, no nos vemos con los mismos ojos, y empezamos a no sentir. Que cada vez estamos más superficiales.

Y ya no doy más...